Las estrategias de fraude digital han evolucionado aceleradamente. La ciberseguridad ya no se enfrenta solo a correos electrónicos engañosos, sino a técnicas sofisticadas que emplean inteligencia artificial y nuevas formas de ingeniería social.
Según la firma ESET, los ciberdelincuentes están utilizando deepfakes, testimonios falsos y anuncios con apariencia profesional en redes sociales como Instagram, Facebook o YouTube. Estos contenidos llegan a simular celebridades (por ejemplo, falsos vídeos de «Messi» recomendando inversiones) o promesas financieras irreales para inducir al usuario a caer en trampas como el malware o estafas de inversión. En algunos casos, se ha detectado un aumento del 335 % en dominios relacionados con herramientas como el troyano Nomani, con más de 8.500 dominios bloqueados.
Además, las investigaciones académicas recientes introducen nuevos riesgos como el quishing — phishing mediante códigos QR — e incluso phishing generado con inteligencia artificial. En pruebas realizadas con más de 71.000 correos, se observó que:
Consejos de prevención:
Estas nuevas tendencias demuestran que el factor humano sigue siendo la principal vía de ataque. El reto no es solo desarrollar tecnología defensiva, sino también preparar y concienciar a las personas.