Los fraudes relacionados con criptomonedas y plataformas de inversión falsas han alcanzado cifras récord en los últimos meses. De acuerdo con datos de Europol, este tipo de estafa representa una parte cada vez mayor del total de delitos financieros online, con pérdidas millonarias para usuarios europeos.
Los estafadores utilizan publicidad engañosa en redes sociales, deepfakes de empresarios o celebridades, y aplicaciones falsas que prometen rentabilidades inmediatas. Una vez que el usuario realiza la primera transferencia, es presionado para invertir más, y al intentar recuperar el dinero descubre que ha sido víctima de un fraude.
En España, la CNMV y la Policía Nacional han advertido recientemente sobre un repunte de este tipo de engaños, en los que los delincuentes emplean páginas web clonadas y cuentas falsas de asesores financieros.
La educación financiera y digital es clave para reducir el impacto de un fraude que combina ingeniería social, usurpación de identidad y manipulación emocional.