Cada vez más son las personas que utilizan el comercio online para sus compras. La pandemia impulsó este hábito todavía más, pero principalmente viene inducido por la comodidad de hacerlo desde cualquier dispositivo sin desplazamientos, y por las nuevas tendencias derivadas de una sociedad digital.
Compramos ya desde los productos más básicos a los más sofisticados.
Pero según incrementa el consumo online, incrementan también los site fraudulentos respaldados de una ingeniería social cada vez más creativa.
En la mayoría de los casos el objetivo es que el consumidor compre algo que nunca le llegará. Son tiendas online “falsas” que mientras consiguen su objetivo ,estafar a las víctimas, permanecen abiertas, pero que tan pronto son descubiertas, se esfuman como la pólvora. Cuando esto ocurre, no pierden demasiado tiempo. Habitualmente se replican en otra dirección web y continúan así su actividad fraudulenta de forma permanente.
Hoy aportamos algunas «pistas» para detectar estas tiendas online fraudulentas.
Solo fijarnos en estos detalles pueden evitarnos grandes disgustos.