La suplantación de identidad no tiene límites

La suplantación de identidad es el fraude que más se comete en España y Madrid es la comunidad que más casos registra, según El Informe de Fraude 2020-21 de la AEECF.

Cuando hablamos de suplantación de identidad siempre pensamos en las personas, pero las empresas también sufren este tipo de fraude. El principal objetivo de los delincuentes es robar datos personales a través de correos electrónicos, webs fraudulentas, SMS y otros medios de comunicación telemática con el usuario, para luego poder usarlos o venderlos en la dark web.

Los estafadores utilizan la ingeniería social para simular comunicaciones oficiales de instituciones, empresas o personas.

Estos ataques están cada vez más meditados y se aprovechan de momentos críticos en los que el usuario puede estar descuidado o hay un sentido de urgencia o curiosidad en sus decisiones. 

Cuando consiguen su objetivo, los ciberdelincuentes consiguen robar nombres de usuario, contraseñas, datos de tarjetas de crédito, cuentas bancarias y otras credenciales que les permiten al final obtener un rendimiento económico directo o indirecto. También, en ocasiones, consiguen instalar malwares en los dispositivos de los usuarios con los que pueden controlarlos y obtener esa valiosa información.

Los bureaus de crédito tampoco están a salvo de que les suplanten la identidad, los delincuentes crean webs fraudulentas para gestionar los derechos de acceso a los consumidores invitándoles a llamar por teléfono a números de tarificación especial, lo que les supone un incremento en su factura telefónica muy por encima de lo habitual, siendo, a veces, superior, a la deuda que desean gestionar. 

Desde la AEECF queremos recordar a los usuarios que el acceso y gestión de los datos de morosidad es gratuito, hay que desconfiar de las páginas no oficiales que ofrecen sus servicios para gestionarlo, son fraudulentas y supondrán un perjuicio económico para los consumidores que hagan uso de ella.